sábado, 10 de enero de 2009

EL INSULTO NO PUEDE SER ARMA POLITICA



La diputada catalana del PP, Montserrat Nebrera, ha declarado que la Ministra de Fomento "tiene un acento de chiste; tiene un problema de comunicación, que se aturulla y se hace un lío".

No contenta con ello, continuó: "Yo, que algunas veces cuando llamo a Córdoba y oigo desde algún hotel que me contestan y no acabo de entender, porque si no estás avezado en hablar en andaluz normalmente pues te cuesta, imagínate cuando además el problema es de comunicación siendo andaluza".

Mire, Doña Monsterrat, en esta tierra la cultura sale a borbotones de todas sus esquinas. Comprendo que hable usted así, de sus declaraciones se colige que usted no conoce Andalucía, ni sus gentes. Lo más grave es que no hace nada por conocer. La ignorancia es atrevida y usted se ha atrevido a hablar de Andalucía y de los andaluces de manera despectiva y arrogante. Ya se que intentaba hacer crítica política contra la Ministra de Fomento, Doña Magdalena Alvarez, pero le ha salido el tiro por la culata y se ha descubierto usted misma.

Lo que más me duele es el silencio, espero que avergonzado, de sus compañeros de partido en Andalucía, tan rápidos en responder a declaraciones de otros pero ante las de Doña Monsterrat han optado por mirar hacia otro lado.

Andalucía, tierra donde todas las culturas han dejado su impronta y ha sido asumida por sus pobladores durante los siglos, es tolerante, abierta y respetuosa con sus semejantes. Pero estas declaraciones despectivas hacia lo andaluz no solo son inmerecidas e injustas sino merecedoras del más rotundo de los desprecios.

En política los argumentos son las armas, no el insulto, Doña Monserrat.