martes, 13 de diciembre de 2011

RECTIFIQUEN, YA



Las trabajadoras de ACASA se han encerrado hoy en el Ayuntamiento y reclaman el pago de las nóminas atrasadas. No se irán hasta el cobro de lo adeudado.

Comprendemos su reinvidicación y respetamos su actuación. Están defendiendo sus puestos de trabajo y reclamando sus nóminas.

A pesar de las críticas recibidas, los socialistas abonamos las nóminas de ACASA (y del resto de las empresas concesionarias y plantilla municipal) hasta el último mes dentro de nuestra responsabilidad de gobierno. Fue muy dificil pero la apuesta por pagar las nóminas fue prioritaria para el equipo de gobierno. Podrán decir lo que quieran, podrán distraer la atención echando las culpas de los socialistas de todos los males de Jerez desde el Diluvio Universal hasta la fecha, pero la realidad es que se pagaron y el que diga lo contrario miente.

Recuerdo perfectamente a la Alcaldesa, Pilar Sánchez, inaugurando la Feria del Caballo 2011 en plena campaña electoral, escoltados por la Policía Nacional a caballo, y las trabajadoras de ACASA reclamando el pago de sus nóminas. Cobraron.

Ahora el Partido Popular no sólo no paga, no sólo echa las culpas a los socialistas de lo que es su entera y única responsabilidad, sino que, para mi indignación y sorpresa, aplica a las trabajadoras de ACASA un tratamiento inhumano y cruel.

El diario LA VOZ de JEREZ publica que los agentes que custodian el encierro les hayan comunicado que tienen órdenes de no dejarles ni acceder al cuarto de baño. Por ese motivo, las trabajadoras de Acasa, que tienen la intención de pasar la noche en el Casa Consistorial, han empezado a hacer sus necesidad en un cubo.

Si, han leido bien, el gobierno del PP de Jerez ha dado órdenes de no dejarles ni ir al cuarto de baño a hacer sus necesidades y se han visto obligadas a hacer sus necesidades en un cubo.

Espero que alguién tenga sentido común en el gobierno (siempre digo que es el menos común de los sentidos) y rectifique esta orden. Conozco a todos los integrantes del gobierno municipal y, la verdad, me sorprende muchísimo esta orden. No es un trato digno ni humano.

Si no se rectifica, alguién tendrá que dar muchas explicaciones, no sólo de porqué no se paga, sino también de porqué se aplican en nuestra ciudad medidas que recuerdan a otros tiempos pasados (y no me refiero al siglo pasado) y de porqué no presenta su dimisión.