sábado, 24 de septiembre de 2011

EL PRINCIPITO Y LA ROSA


Sobre el planeta del Principito hubo siempre flores simples que ni
ocupaban lugar, ni molestaban a nadie. Aparecían y desaparecían. Pero un día
apareció una briznilla que no se parecía a las otras, el tiempo y el cuidado
que se tomó antes de hacer su primera aparición despertó en el Principito una
expectación enorme. Era conmovedoramente bella, la cuidaba, regaba y abrigaba
en las noches frías.


Un día el Principito marchó de viaje a otros planetas, en uno de ellos,
Tras haber pasado por multitud de dificultades encontró un camino que le
condujo hasta un jardín de rosas idénticas a la suya. En ese momento descubrió
que su rosa no era única en el universo, sino una rosa más, una rosa ordinaria.
Entonces cayó en la cuenta de que con una rosa ordinaria y tres pequeños
volcanes (uno quizá extinguido para siempre), no se podía considerar un gran
príncipe.

Y, tendido en la hierba, lloró.


Al rato, se dio cuenta de que esas rosas no eran iguales a la suya y les
dijo:


-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Son muy bellas, pero están
vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer
indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se
sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a
la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres
que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse
y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.


Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de
todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar
de su letargo a mi alma y mi corazón.

Esa rosa, existe… rodeada de amapolas multicolores, filtrando todo lo bello
a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos… Tú, has hallado tu rosa, la tienes a tu lado, cuidala, porque es
TU ROSA.


Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre
los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando
mira a las estrellas.