Para que la ciudad progrese y atraiga inversiones es muy importante que Jerez irradie confiaza tanto a los ciudadanos, como a los sindicatos y empresarios. La paz social, la confianza en las capacidades de la ciudad para acoger proyectos empresariales ambiciosos, la tranquilidad en el día a día es clave para que los que pongan el ojo en Jerez para invertir no desvíen su mirada a otros lares.
Dicen los expertos, y con razón, que el dinero es el ser más cobarde que existe. Cuando de problemas sale corriendo,,,,por eso, es clave que la ciudad abandone, de una vez, la forma de actuar a la que estamos acostumbrados. Cualquier reclamación, se convierte en exigencia y, caso de no satisfacer, se traduce en manifestaciones, generalmente a las puertas del Ayuntamiento, pancartas y amenazas de huelgas y presiones.
Vaya por delante el respeto por las decisiones personales de cada uno de los que así actúan, pero sinceramente creo que Jerez necesita paz social, calma y normalidad. Somos una ciudad acostumbrada a organizar y acoger eventos de importancia mundial con eficacia y categoría. Ejemplos no nos faltan, pero ese potencial, esa capacidad de estar a la altura de las circunstancias se puede venir al traste si el ambiente sociolaboral de la ciudad es conflictivo y radical.
La situación que se ha encontrado el gobierno local tras las últimas elecciones locales celebradas el pasado año no ayuda a solucionar los graves problemas que tenemos los habitantes de esta noble tierra. El Ayuntamiento era un problema para la ciudad y no la solución para las ambiciones de los jerezanos y las jerezanas.
El gobierno está trabajando duramente, sin pausa, dedicando todo su tiempo, como no puede ser de otra manera, para dar soluciones a los problemas, muchos de los cuales están esperando una respuesta muchos años atrás.
En la entrega de los Premios Ciudad de Jerez de este año, hemos podido comprobar cuánto de bueno tiene Jerez y la importancia de las personas para llevar los proyectos adelante. Jerez en positivo es la única solución para, con el paso del tiempo y bien gestionado el municipio, colocar a la ciudad en el lugar que le corresponde.
A esta tarea estamos todos convocados.
