martes, 28 de febrero de 2012

EL PP, PARTIDO TOXICO


Algunos de los síntomas para reconocer comportamientos tóxicos: El que destila un odio visceral y se regodea con la humillación del otro, el que avasalla al semejante, el que busca manipular con mentiras, el que agrede innecesariamente y desvaloriza al otro para sentirse bien él, el que daña con intención sin jamás proponer una reparación, el que incomoda con sus imposturas, el envidioso de todo lo ajeno y el que urde los problemas para acercar luego sus soluciones.

Sus conductas se traducen en patologías, y la coexistencia con ellos resulta muy difícil, a veces, imposible.

Hay algunos rasgos de la personalidad que lo definen..."a las personas que generalmente usan monologos para comunicarse con los demás (y escuchan más bien poco) y autorreferenciales , es decir que permanentemente siempre se ponen como referencia en todo lo que pasa ("eso ha salido gracias a que yo"....., "ya lo dije...", "seguro que yo soy el elegido/a" y... un largo etc... ) y a aquellos que nos aplastan, a los que acaban minusvalorando hasta la saciedad lo que hacen los otros/as".

Como ya hemos dicho se dan en todos los campos de la vida: en la familia, en la política, en la empresa, entre los/as compañeros/as de trabajo, entre amigos/as.