sábado, 19 de junio de 2010

TRAYECTORIA DE BOOMERANG


El PP demostró ayer su incapacidad manifiesta para ser opción de gobierno en Jerez.

En una convocatoria de Pleno Extraordinario realizada con un objetivo puramente estratégico para tratar, según ellos, sobre la situación económica del Ayuntamiento no solo no aportaron ninguna propuesta concreta sino que evidenciaron la improvisación y la precipitación que vienen usando últimamente en su quehacer diario.

Todo vale con tal de desacreditar y desgastar al gobierno, pero ayer el descrédito y el desgaste fue directa y únicamente al principal partido de la "leal" oposición, el PP, convocante del Pleno Extraordinario que no pasó del suspenso en un exámen que ellos mismos pidieron.

Ayer se evidenció el resultado de una política basada en los réditos inmediatos que puede proporcionar un titular informativo, pero ayer no midieron bien el paso, ni se acordaron de que a ellos también se les puede perdir cuentas, ya que, para bien o,mejor,para mal, también pasaron por el gobierno local, como les recordó claramente el portavoz de IU, Joaquin del Valle.

El PP no puede exigir una memoria selectiva, de la que hace gala, y sólo querer recordar los logros, según su punto de vista, de cuando tuvieron los instrumentos necesarios para resolver la grave situación económica del Ayuntamiento, ya que esa estrategia se le puede volver como un boomerang que fue lo que pasó en el Pleno celebrado ayer.
Cuando un partido basa su politica en la descalificacion permantente, sin aportar ninguna propuesta constructiva, seria, trabajada y creíble, y que se erige injustificadamente en juez y parte para dar lecciones que al cabo quedan en nada, como se pudo comprobar en el día de ayer, queda en evidencia ante la ciudadanía y pierde rápidamente la credibilidad ante el electorado.
Casto Sánchez, portavoz del PSOE, le advirtió a Pelayo que “tenga cuidado con la precipitación”, porque “usted gana las elecciones un año antes de que se celebren” y, recordando palabras de Felipe González, dijo que “dos años es el infinito y, mire usted, un año es la mitad de infinito, que es el infinito también... tenga usted cuidado con las precipitaciones”.

¿Qué queda tras el ruido? Nada.