Hace unas semanas atracaron una sucursal de CAJASOL en la población de San Fernando. Apuntaron con una pistola a Luis y al resto de compañeros los encerraron en una habitación. Son experiencias que no se olvidan en toda una vida. La alarma ya la activaron en los momentos iniciales del robo y la amenaza del atracador de disparar contra Luis si llegaba la Policía llevaba a este a desear, por un lado, que aparecieran las fuerzas del orden y, por otro y al mismo tiempo, a desear que no aparcieran por si acaso el ladrón cumplía su amenaza. Momentos dificiles.En el día de ayer se publicó en la prensa que la Policía Nacional había detenido, en Jerez, a seis personas de una misma familia como autores de una veintena de robos en los últimos meses y que, todo apunta, son los responsables del robo de San Fernando.
Mi alegría y mi felicitación tanto a Luis como a las fuerzas del orden público. Al primero porque les caerá todo el peso de la Ley a los que amenazaron su vida y a los segundos por su eficaz trabajo en defensa de la Ley y del Orden deteniendo a los delincuentes.
Dura lex, sed lex.
